Hace unos días he recibido, por cortesía del equipo de Microsoft, una copia del juego Kinect Star Wars y por fin he podido probarlo con los peques de la familia.
Como ya sabéis gracias a Kinect podemos jugar usando nuestro cuerpo en lugar un mando. Esto cobra especial interés cuando lo que debemos hacer es blandir un sable láser o mover objetos proyectando la fuerza con nuestras manos.
Quiero señalar que el que escribe es muy fan de la saga original de Star Wars, y quizá por eso esperaba este título con una mezcla de inquietud y deseo. Sin embargo todos mis miedos se esfumaron en cuanto C3PO y R2D2 nos dieron la bienvenida. A partir de ese momento ya estábamos inmersos en la aventura de convertirnos en unos verdaderos jedi.
Comenzamos aprendiendo lo más básico, como encender el sable láser, moverlo para atacar o para devolver los disparos de los blasters enemigos y también a desplazar objetos usando la fuerza.
Al poco, los más pequeños y yo, estábamos inmersos luchando contra el Imperio junto a Yoda y Chewaka. Gustaron especialmente los momentos de lucha con el sable láser y la conducción de las motos voladoras en el planeta de los wookies. La más pequeña de todos, disfrutó también con el momento de baile en la cantina de Mos Eisley.
Los jugones más hardcore quizá puedan notar que en ocasiones las respuestas no son cien por cien precisas, pero he de decir que en líneas generales se trata de un juego muy entretenido para toda la familia.
Así, en un día de lluvia, los más pequeños pasaron una tarde divertida mientras mejoraban (sin saberlo) habilidades psicomotrices y de coordinación visual, al mismo tiempo que quemaban energía haciendo ejercicio, porque eso sí, he de reconocer que hay que sudar para llegar a ser un buen jedi.
A continuación os dejo el trailer del videojuego para que podáis ver su acabado, que a mi juicio cumple perfectamente con el objetivo de meternos en el papel de un jedi en una galaxia muy, muy lejana.