Si algo ha conseguido el gran número de apps que pueblan los markets, es que los desarrolladores tengan que pensar en cómo ofrecer más calidad a sus productos. Si antes bastaba con crear una app sencilla, hoy ya no. El modelo de la app linterna que enciende el flash de nuestro teléfono ya no es válido. Los usuarios nos hemos acostumbrado y ahora buscamos más sofisticación.
Aunque aún no sea tan evidente, esto también es así en las apps educativas e infantiles.
Un ejemplo es Paint My Cat, una aplicación de pintar y colorear que ha sabido darle una vuelta de tuerca al concepto, para ofrecernos ese punto extra que otras apps de este género no ofrece.
Y es que, si hay algo más divertido que pintar y colorear es ver cómo tus dibujos cobran vida, o al menos eso es lo que muy acertadamente han pensado en Nanu Interactive, haciendo que los modelos 3D de la aplicación puedan aplicar sobre ellos texturas que previamente han sido creadas por los propios usuarios.